sábado, 26 de abril de 2008

Síganme


-Síganme -les dijo-. Yo sé dónde se esconde la llave de la felicidad; tenemos que buscarla.
Los hombres lo siguieron, grandes los ojos de expectativas: no más miseria, no más rigores; pan y trabajo. Pan y trabajo.
Cayeron muchos en la larga peregrinación. Le ponían el hombro al desconocido, apoyaban su paso, confiados en su palabra.
Llegaron al medio del desierto, hasta las murallas que protegían el oasis, el palacio, los jardines, las casas de los cortesanos.
Entró el conductor. Entraron sus secuaces. El pueblo quedó afuera.

Alba Omil

Extraído del libro Con Fondo de Jazz, microrrelatos, de Alba Omil. Ediciones del Rectorado, Universidad Nacional de Tucumán, Tucumán, Argentina, 1998.

martes, 8 de abril de 2008

Gestos naturales del hombre en el tiempo (*)


Este libro es el enfoque de un aspecto -mínimo pero fundamental- de la historia de cultura del hombre y la relación con su cuerpo, desde que descendió de los árboles para pararse y sostenerse sobre sus pies, hasta nuestra época, con los más sofisticados aparatos para el desarrollo físico.
Esto es una mirada veloz sobre los cambios que fue experimentando el cuerpo humano, obligado por las circunstancias; sus nuevas funciones: sostenerse y desplazarse, continuar trepando.
Por estas nuevas funciones y sus exigencias se van modificando huesos, articulaciones y músculos (Nieva explica cómo y por qué); el contexto motiva la aparición, o el perfeccionamiento de ciertas actividades: la lucha (tanto para el ataque como para la defensa, como para la supervivencia en general), la caza, la comunicación, la fuga, el traslado o la migración. «La marcha, la carrera, el salto, dice Nieva, son las primeras manifestaciones de las formas vitales más importantes del movimiento corporal» y promueven transformaciones en el cuerpo y el desarrollo de capacidades imprescindibles.
Se puede rastrear el origen y la evolución de cada una de las máquinas deportivas, educativas del cuerpo, pero llegar al momento en que el hombre comenzó a moverse sistemáticamente, a preparar, a adiestrar su cuerpo al servicio de las necesidades tanto individuales como comunitarias, ya es mucho más difícil.
Este trabajo implica la mirada, aunque sea de soslayo, de diferentes aspectos del desarrollo físico-cultural del hombre. Implica, a la vez, una serie de dificultades: la diferencia de culturas, los factores físicos donde se inscriben, la diversidad de climas, la estructura social, las manifestaciones artísticas y sus motivaciones, los rastros que testimonian su desarrollo.
Ya entrados en el territorio de los rastros, la sistematización se hace menos complicada pero no menos rigurosa. El rastreo de los testimonios que hace el profesor Nieva pone de manifiesto una tarea de mucho tiempo y de múltiples indagaciones en la historia cultural del hombre.
El estudio de los gestos naturales del hombre y de los usos del cuerpo, abre un amplio campo de posibilidades, una de cuyas puertas deja abierta este libro.

Alba Omil

Extraído de las palabras preliminares del libro Gestos naturales del hombre en el tiempo, de Felipe Jesús Nieva. Lucio Piérola Ediciones, Tucumán, Argentina, 2008.

(*) Este blog quiere rendir homenaje a la memoria del profesor Nieva, recientemente fallecido.